Las afecciones conocidas como Dispareunia, Vaginismo y Vulvodinia tienen un rasgo común: generan dolor y malestar en el ámbito de la sexualidad y la salud ginecológica de las mujeres.
Aunque estas condiciones se manifiestan de manera diferente y tienen diversas causas, todas comparten un impacto negativo en la calidad de vida y el bienestar de quienes las padecen.
Este texto tiene como objetivo proporcionar información esclarecedora sobre estas tres condiciones, explicando sus características, causas subyacentes y las opciones de tratamiento disponibles. Así, se pretende ayudar a quienes buscan comprender y abordar estos desafíos de salud.
Dispareunia
La Dispareunia se refiere al dolor recurrente o persistente durante la actividad sexual vaginal. Puede manifestarse de diferentes maneras:
- Puede ser un dolor constante en cada experiencia sexual o solo en situaciones específicas.
- Puede ser un problema desde el inicio de la vida sexual o comenzar después de un tiempo.
- Puede sentirse en la entrada de la vagina o más profundamente.
Causas de la Dispareunia
El dolor puede ser causado por factores físicos, como problemas anatómicos, o factores psicológicos, sociales y culturales. La Vulvodinia es una de las causas comunes de Dispareunia superficial, pero también hay otras como la atrofia vulvovaginal, procesos inflamatorios, enfermedades autoinmunes o infecciones.
La Dispareunia profunda puede deberse a condiciones como la endometriosis, procesos inflamatorios, tumores o espasmos musculares en la región pélvica. A menudo, la Dispareunia no responde bien a los tratamientos convencionales.
Vaginismo
El Vaginismo se caracteriza por un espasmo involuntario de los músculos de la vagina, lo que dificulta o imposibilita la penetración. Afecta a un porcentaje significativo de mujeres, estimado entre el 5% y el 20%.
Causas del Vaginismo
El Vaginismo tiene una causa multifactorial, que incluye factores predisponentes, como experiencias traumáticas, educación sexual, estrés y miedo a quedar embarazada.
Los factores desencadenantes pueden ser la primera experiencia sexual o el temor al dolor. Factores mantenedores incluyen pensamientos negativos y causas físicas, como el himen hipertrófico o carúnculas uretrales secundarias a infecciones urinarias.
Clasificación de Lamont
El vaginismo se clasifica en cuatro grados:
- Grado 1: Espasmo muscular que se alivia con la relajación, el más común.
- Grado 2: Espasmo mantenido durante la exploración pélvica.
- Grado 3: Espasmo con elevación de las nalgas.
- Grado 4: Imposibilidad de exploración.
Tratamiento del Vaginismo
El tratamiento es colaborativo e involucra a fisioterapeutas, psicoterapeutas y médicos. Las opciones médicas incluyen tratamientos regenerativos como la Miomodulación Química Selectiva y la Radiofrecuencia.
La Miomodulación Química Selectiva se usa para relajar los músculos afectados, siendo esencial identificarlos con precisión para obtener resultados efectivos. La Radiofrecuencia reduce la sensación de dolor, aumenta el flujo sanguíneo y disminuye los espasmos musculares.
Vulvodinia
La Vulvodinia se define como dolor vulvar persistente sin una causa aparente, que dura al menos tres meses. Afecta al 7-13% de las mujeres y es más común en aquellas mayores de 47 años que han experimentado infecciones urinarias recurrentes.
Puede manifestarse de diversas maneras:
- Puede estar localizado o extenderse a varias áreas vulvares.
- Puede ser provocado por el contacto o ser espontáneo.
- Puede aparecer desde el inicio o desarrollarse posteriormente.
- Puede ser constante o intermitente.
Tratamiento de la Vulvodinia
Durante la exploración, las pacientes pueden experimentar una sensibilidad intensa ante estímulos ligeramente dolorosos o percibir dolor en situaciones que normalmente no deberían causarlo. Al igual que con el Vaginismo, los tratamientos de medicina regenerativa pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la calidad de vida de las pacientes.