¿Cómo quitar las varices en las piernas?
Las varices pueden ser el motivo por el que hayas renunciado a las faldas y vestidos cortos en verano, pero lo peor no es su aspecto sino las molestias y peligros que pueden ocasionar. Hoy vamos a hablar de los tratamientos para eliminar las varices más habituales, las de las piernas, y también cómo decir adiós a sus hermanas menores, las telangiectasias o arañas vasculares.
¿Qué es una variz? Causas y síntomas
Existen dos grandes grupos de vasos sanguíneos: las arterias, que llevan la sangre oxigenada desde el corazón, y las venas encargadas de su retorno.
Los vasos sanguíneos son flexibles para adaptarse a los cambios de posiciones y de presión en el bombeo, pero en el caso de las venas, el retorno sanguíneo no siempre es sencillo. Por ejemplo, si estamos de pie, la sangre que debe ascender desde los tobillos debe vencer la gravedad. Cuando esto no se logra a la perfección, la sangre se va acumulando en las venas afectadas causando enrojecimiento y picores. Si el problema persiste en el tiempo, las venas se alargan y deforman, pudiendo engrosarse y asomar por encima de la piel.
Hablamos entonces de insuficiencia venosa crónica (IVC), que se puede manifestar en cualquier parte del cuerpo en forma de telangiectasias primero y varices después, siendo muy común en las piernas por motivos físicos.
Existen una serie de factores que favorecen la aparición de varices:
- Edad, sexo y masa corporal: Aunque pueden afectar a cualquier persona, las arañas vasculares y varices son más habituales en mujeres y en personas con un peso corporal elevado. El embarazo suele ser el origen de varices que, de no controlarse, terminan en complicaciones, aunque la edad avanzada y el deterioro de la función circulatoria también incrementan el riesgo de padecerlas.
- Circulación periférica: La mayoría de las varices se forman en venas que pertenecen al sistema circulatorio periférico. Las personas que desde siempre padecen de lo que conocemos como mala circulación (no lo confundas con insuficiencia cardiaca) suelen desarrollar varices con mayor facilidad si se ven expuestas a condiciones que favorezcan su aparición.
- Factores posturales: Permanecer muchas horas en pie, sobre todo si no es posible caminar, favorece la aparición de varices. Pasar varias horas al día sentado tampoco ayuda. Ambos casos empeoran la circulación periférica y, si se mantienen día tras día, año tras año, pueden terminar causando insuficiencia venosa crónica.
Una vez se ha formado una variz, puede suceder que solo cause molestias en circunstancias puntuales si no se encuentra en un grado avanzado o se inicia un tratamiento conservador, aunque en función de cuál ha sido la causa, lo habitual es que el cuadro avance hasta requerir una solución quirúrgica. Las varices importantes no tratadas pueden sufrir una rotura y ser motivo de derrames internos.
Tratamiento de las varices
Estos son tratamientos que más te recomendamos:
Tratamiento sintomático y preventivo para casos leves
Cuando formas parte del grupo de personas con riesgo de desarrollar varices, te conviene comenzar con un tratamiento preventivo basado en higiene postural y ejercicios, reposar los pies el alto y, si precisas, algunas sesiones de Medicina Estética como la Presoterapia o masajes que favorezcan el drenaje linfático.
Mantenerte en tu peso y llevar una vida activa, aunque sin deportes de alto impacto, también ayudan a que el problema no vaya a más. Consulta con tu médico si puedes y te conviene tomar algún tratamiento farmacológico para mejorar tu circulación periférica.
Esclerosis de varices: la solución definitiva
Antes de llegar a la cirugía vascular, es posible tratar las arañas vasculares y casi todos los casos de varices de manera ambulatoria.
En pie, tu médico realizará la exploración visual y una palpación para saber por dónde discurren las venas afectadas y cómo es su trayectoria. Entonces, con una aguja fina y sobre la piel anestesiada de manera tópica para evitar cualquier molestia, tu médico procederá a inyectar un líquido esclerosante, para después vendar la zona comprimiéndola.
El líquido causa que el vaso sanguíneo se vaya atrofiando y la sangre deje de circular por él, con lo que desaparece la variz y sus molestias, tanto las físicas como las estéticas. El vendaje compresivo ayuda a que la recuperación cure sin inflamaciones. Lo peor que pude suceder es que sientas cierto enrojecimiento local por un rechazo al líquido inyectado (tiene solución inmediata) o que tu piel muestra, una vez finalizado el tratamiento, una tonalidad no exactamente igual a la de las zonas contiguas, como una línea fina marrón.
A pesar de que la Esclerosis de Varices es un tratamiento definitivo, si no modificas las condiciones que te llevaron a necesitarla, es probable que aparezcan varices nuevas. Por ello hay pacientes a quienes les combinamos este tratamiento con alguno de los preventivos o de alivio de los casos más incipientes.
Otros tratamientos
Las arañas vasculares y las varices leves, con una coloración bien diferenciada de la piel, se pueden tratar en algunas ocasiones con un láser específico que funciona de manera similar a la esclerosis de varices aunque sin utilizar el líquido esclerosante, valga la redundancia.
Lo bueno del tratamiento en consulta frente a las sesiones láser es que no dependes de que tus varices sean superficiales o muy coloreadas para poder despedirte de ellas.
Ya no hay por qué sufrir las varices temiendo una rotura o el paso por quirófano. Hay muchas cosas que puedes hacer para prevenir y contener el avance de arañas vasculares y varices. Pero también tienes la posibilidad de olvidarte de ellas con tratamientos definitivos y seguros, como la Esclerosis de Varices.
Si tienes dudas sobre los pros y los contras de esta técnica o si prefieres esperar un tiempo con un tratamiento conservador, puedes concertar una consulta para que evaluemos tu caso.