Tratamiento para el liquen escleroatrófico vulvar
¿Qué es el liquen escleroatrófico vulvar?
El líquen escleroatrófico es una enfermedad inflamatoria crónica y progresiva que afecta la región genital. La etiología no es bien conocida, pero parece depender de factores inmunológicos (con frecuencia se asocia a otras enfermedades autoinmunes como el hipotiroidismo), factores genéticos, factores hormonales (estados hipoestrogénicos) y factores infecciosos asociados.
Su prevalencia es desconocida, pero está en aumento. Es más frecuente en la pubertad y perimenopausia.

Síntomas y signos del liquen escleroatrófico vulvar
Las lesiones cutáneas típicas se caracterizan por:
- Localización selectiva en labios menores, surco interlabial, capuchón del clítoris, cuerpo perineal y zona perianal.
- Aparición de placas blanquecinas adelgazadas (piel en papel de fumar)
- Zonas eritematosas.
- Inflamación y edema con aspecto del tejido liso y brillante.
- Pterigión.
- Fisuras en el introito.
La clínica del liquen escleroatrófico es muy variable; hay pacientes que no tienen ningún síntoma y otras que presentan:
- Picor (prurito) de intensidad variable y de predominio nocturno alterando el ciclo del sueño.
- Quemazón vulvar.
- Tensión local.
- Dolor con las relaciones sexuales (dispareunia).
- Dolor al orinar (disuria).


Consecuencias de no tratar el liquen escleroatrófico vulvar
Sin tratamiento, el LEA evoluciona hacia la atrofia, las sinequias, retracción importante de los tejidos en clítoris y labios menores y en ocasiones al cierre (estenosis) de la entrada vaginal, repercutiendo de forma negativa en la sexualidad y calidad de vida de las pacientes. En un 5% de los casos, puede terminar desarrollando un carcinoma epidermoide.
La confirmación del diagnóstico se realiza mediante biopsia.
Los tratamientos tienen como objetivo aliviar los síntomas (prurito, ardor, dolor, malestar), mejorar o regenerar la atrofia de los tejidos, mejorar la estética de la zona vulvar y evitar la progresión de la enfermedad.
Dentro de los tratamientos, los esteroides de alta potencia (propionato de clobetasol) se consideran tratamientos de primera línea recomendándose a todas las pacientes diagnosticadas de LEA, de forma precoz incluso en pacientes asintomáticas.
Sin embargo, el tratamiento local es insuficiente como única terapia. La asociación con los tratamientos regenerativos de ginecoestética van a mejorar la calidad de los tejidos, la sintomatología y la funcionalidad de la zona genital ayudando a frenar la progresión de la enfermedad.
Entre ellos destaca el láser de CO2, la radiofrecuencia, las ondas de choque, el plasma rico en plaquetas, los injertos de grasa del propio paciente y el ácido hialurónico.
En casos más evolucionados puede ser necesario el tratamiento quirúrgico para liberar fimosis, desbridar sinequias y bridas y labios fusionados mejorando la estética y funcionalidad genital.
Somos un equipo de especialistas encabezado por la Dra. Nelly Cartró, cirujana plástica y directora de cirugía, miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), con una dilatada carrera profesional y extensa experiencia en cirugía plástica, cirugía estética y reconstructiva.