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Tratamientos para Eliminar el Acné y sus Cicatrices

El acné es un problema de la piel común en la adolescencia, que puede afectar también a adultos. Dependiendo de la edad, la piel acnéica tiene unas necesidades u otras, aunque los dermatólogos solemos valorar los casos de acné atendiendo a su gravedad.

De esta manera, hay desde el acné ligero, que se controla con una buena rutina de cuidado de la piel, hasta casos que requieren del uso de fármacos. Los efectos secundarios de algunos de estos medicamentos hacen aconsejable probar antes con tratamientos de Medicina Estética, no invasivos y muy eficaces.

El acné en la adolescencia frente al acné adulto

Como norma general, las pieles de los adolescentes son grasas, debido en buena parte al aumento en los niveles de hormonas sexuales propias de esta etapa de la vida. Esto tiene una parte buena y otra mala.

La buena es que al controlar la grasa con limpiadores adecuados y utilizar tratamientos tópicos que ayuden a mantener equilibrado el microbioma de la piel, el acné suele mejorar mucho. La mala es que las pieles secas adolescentes, que las hay, y las muy sensibles pueden no tolerar la mayoría de productos pensados para gente de su edad y el acné, de no tratarse, puede ser causa de infecciones y pequeñas cicatrices.

En el caso del acné adulto, nos encontramos con la paradoja de pieles que pueden no presentar exceso de grasa y que, muchas veces, necesitan un aporte extra de hidratación, incluso ya muestran otros problemas como manchas de pigmentación o arrugas incipientes. Si estos pacientes, además, presentan una piel muy sensible, se pueden desesperar con los tratamientos cosméticos tradicionales porque las células de piel muerta que se van acumulando tampoco ayudan a mejorar el problema con el acné. Sería estupendo poder hacer penetrar activos suaves más allá del estrato córneo, ¿verdad?

¿Cómo eliminar el acné?

El acné causa dos problemas: El primero es el propio acné y el segundo la cicatriz que puede aparecer tras su eliminación. En ambos casos tenemos una solución distinta.

Comencemos hablando sobre la eliminación del propio acné:

Higiene Facial

De nada sirve que te pongas en manos de médicos para tratar tu acné si no utilizas productos adecuados. Hay un sinfín, lo importante es no emplear ni limpiadores agresivos, por su efecto rebote, ni cosméticos comedogénicos.

La limpieza de una piel con acné debe realizarse dos veces al día, en la mañana y en la noche, completándola eventualmente con algún tratamiento adicional como pueden ser mascarillas purificantes. En cualquier caso, es una rutina sencilla que solo pide constancia y no incluir ingredientes contraproducentes.

Láser de baja intensidad

El Láser de baja Intensidad es una opción increíble de cara a la eliminación de los granos o acné, en él aplicamos un láser que tiene la propiedad de estimular las células de la piel.

En el caso del acné, lo que conseguiremos con esto es reducir la inflamación y también la producción de grasa de los mismos; pero eso no es todo, también mejoraremos la capacidad regenerativa de la piel para que los granos en cuestión cicatricen mejor y por ende sea menos probable que nos dejen marcas.

Peelings

Para las pieles que no son extremadamente sensibles y para las pieles adolescentes, un peeling químico superficial hace maravillas.

No hablamos de los peelings caseros, sino de tratamientos que deben realizarse bajo supervisión médica, así pues no dejes que la palabra superficial te confunda.

Hablamos de tratamientos ambulatorios que permiten que te reincorpores a tu vida diaria a condición de tener un cuidado especial los días siguientes y evitar toda exposición solar con una buena protección.

Este tipo de peeling elimina buena parte del sustrato córneo o capa de células muertas, dejando una piel más lisa y aumentando la eficacia de otros tratamientos cosméticos.

Puede ser suficiente para borrar marcas de acné poco severas, al igual que elimina las primeras arrugas.

El acné puede ser un problema estético o una verdadera enfermedad de la piel, por no hablar de cómo afecta a la autoestima de algunos pacientes. Antes de probar con ciertos fármacos, preferimos recurrir a la Medicina Estética, en particular a dos procedimientos: Dermapen y peeling químico. Por separado, son eficientes en el acné a cualquier edad, y se combinan sin problemas para los casos más graves o si deseas ver resultados más rápidos.

¿Cómo tratar las cicatrices que causa el acné?

Una buena rutina de cuidado de la piel ayuda con los casos leves de acné y mejorar los moderados. Pero, cuando no basta o cuando se ha aplicado ya un poco tarde, pues hay presencia de marcas de acné, te recomendamos usar los tratamientos Dermapen y Skinbooster, a veces combinados.

Dermapen

El Dermapen es el que más nos gusta para el acné adulto en pieles sensibles porque permite trabajar incluso en zonas con estrías y cicatrices, por tanto también es adecuado para las lesiones debidas al acné.

Consiste en uso de microagujas que se clavan de manera superficial en la piel para estimular la síntesis de colágeno (posee un efecto antiedad) y, de paso, ayuda a que los activos cosméticos de algunos productos penetren mejor.

Las pieles sensibles con acné se benefician mucho de los tratamientos con Dermapen porque les permite emplear principios activos suaves, como la niacinamida, pero con una eficacia aumentada, además de tratar las lesiones recientes o más antiguas.

Skinbooster

Skinbooster es otra muy buena opción para tratar las cicatrices derivadas del acné. Este tratamiento consiste en la aplicación de Ácido Hialurónico en distintos puntos de la piel para mejorar así su calidad, su suavidad y mejorando también las depresiones cutáneas (en este caso las cicatrices).

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