Las mamas tuberosas (también llamadas tubulares, caprinas o hernia areolar) son un problema bastante frecuente. De hecho, se estima que afecta a 1 de cada 4 mujeres. Afortunadamente, puede solucionarse de forma altamente satisfactoria gracias a la cirugía estética.
A pesar de ser una patología benigna, los senos tubulares representan un problema para las mujeres que lo sufren. No en vano, pueden estar en la génesis de diversos complejos e inseguridades.
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¿Qué son las mamas tuberosas?
Decimos que unos pechos son tuberosos cuando tienen forma cónica. Ello es debido a una anomalía en la piel que recubre la base de la mama, lo que la lleva a crecer por la areola en lugar de desarrollar su característica silueta redondeada.
El tejido que cubre las glándulas mamarias tuberosas presenta excesiva rigidez. Ello constriñe el normal crecimiento de los senos, forzándolos a “salir» por las áreas menos resistentes: la areola y el pezón.
Según la gravedad de la malformación, podemos distinguir tres tipos de hernias areolares conforme a la clasificación de Grolleau. Así, esta puede afectar solo al cuadrante inferior (lo más habitual), a los dos cuadrantes inferiores o a todos ellos (lo menos frecuente).
¿Cómo detectarlas?
Muchas veces esta malformación no es diagnosticada correctamente, lo que retarda su tratamiento. Sin embargo, es muy fácil detectar a simple vista si tienes mamas tuberosas. Presta atención a las siguientes características:
- La forma de tus senos es alargada (semejante a un tubo).
- Tienes los pechos pequeños.
- Tus areolas son más grandes y abultadas de lo común.
- Tus mamas están demasiado separadas entre sí (más de 4 cm).
- Tus mamas y areolas son asimétricas.
- Tu surco submamario es elevado y estrecho.
Si la morfología de tu pecho cumple al menos dos de los rasgos anteriores, es muy posible que tengas pechos tubulares. No obstante, debes acudir a un especialista en cirugía plástica o estética para que confirme este diagnóstico.
¿Cuáles son las causas de los pechos tubulares?
El origen de las mamas tubulares es congénito (lo que no quiere decir necesariamente que sea hereditario). Se trata, pues, de una anomalía genética que comienza a detectarse en la fase de desarrollo puberal, pudiendo afectar a ambos pechos o solo a uno.
Al tratarse de una patología de nacimiento, no es posible prevenir su aparición. Lo que sí se puede hacer es solucionarlo por medio de la cirugía estética una vez que los pechos se hayan desarrollado por completo.
Se desconoce tanto la incidencia exacta como lo que desencadena esta alteración genética. Eso sí, es importante aclarar que las mamas tuberosas no guardan relación alguna con el cáncer de mama u otras enfermedades.
El tratamiento quirúrgico elimina por completo este problema estético. El resultado son pechos redondeados y de mayor tamaño que destacan por su naturalidad. El tipo de intervención dependerá del grado de tuberosidad a tratar. Así, en los casos más leves, basta con implantar una prótesis, mientras que en los más graves resulta necesario proceder a una remodelación mamaria completa.
¿Cuánto cuesta el tratamiento quirúrgico de los senos tuberosos?
Hemos de tener en cuenta que la cirugía correctora de los senos tubulares supera en complejidad y duración al mero Aumento de Pecho. Ciertamente, este tipo de intervenciones conlleva la realización de varios procedimientos: Remodelación Glandular, Mastopexia y Mamoplastia de Aumento, debiendo personalizarse conforme a la gravedad de la tuberosidad.
El precio de esta intervención quirúrgica se encuentra entre 5.400 y 7.200 €. Ello dependerá de que se utilicen:
- Prótesis redondas: este tipo de prótesis tienen idéntica altura y anchura, lo que les permite aportar mayor volumen en la zona superior de los senos.
- Prótesis ergonómicas: son implantes de última generación que se caracterizan por su gran naturalidad.
- Prótesis y lipotransferencia: combina el uso de prótesis mamarias con la transferencia de grasa o lipofilling.
- Solo lipotransferencia: se realiza una liposucción con el fin de extraer grasa de un área (p.ej: abdomen) para reimplantarla en el pecho.
En este post tienes más información respecto a los tipos de implante mamario.
En resumidas cuentas, si eres una de tantas mujeres con mamas tuberosas, no tienes nada de qué preocuparte. Corregir esta anomalía es tan fácil como ponerte en manos de un profesional de la cirugía estética. ¡Pide tu cita hoy mismo y consigue el pecho que siempre quisiste tener!
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Dra. Nelly Cartró
La Cirugía Plástica y Estética es mi pasión y también mi profesión. Consulta en Alella y Barcelona.