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Vulvodinia: Qué es, Causas y su Tratamiento
Al igual que sucede con otras afecciones de la zona íntima, la vulvodinia daña la calidad de vida de quienes la padecen. No en vano, a las molestias ocasionadas por ella se une un sentimiento de vergüenza que retrasa o impide su tratamiento. Encuentra aquí toda la información que necesitas para afrontar correctamente esta afección.
¿Qué es la Vulvodinia?
La vulvodinia se define como la sensación de dolor en la zona vulvar (la parte externa de la vagina). Para que podamos hablar de este trastorno, dicha molestia debe mantenerse durante al menos 3 meses y no ser debida a una causa conocida (p.ej: una infección).
Se estima que entre el 7 y él 13% de las mujeres padecen dolor vulvar recurrente. En particular, se observa una mayor incidencia de este trastorno en aquellas pacientes que tienen más de 47 años y han sufrido de frecuentes infecciones en el área genital.
Como ya habrás imaginado, esta afección ginecológica merma considerablemente el bienestar de la paciente. En consecuencias, ciertas actividades cotidianas (como andar, practicar sexo, ejercitarse, orinar, lleva ropa interior ajustada o sentarse durante mucho tiempo) pueden volverse muy incómodas e, incluso, irrealizables.
¿Cuáles son los Síntomas de la Vulvodinia?
El dolor en la zona vulvar es el síntoma por antonomasia de esta disfunción. Sin embargo, la percepción de dicha molestia cambia según la paciente, habiendo sido descrito como ardor, punción, escozor o irritación.
Otros síntomas relacionados con el dolor vulvar recurrente son:
- Pinchazos
- Agrietamiento de la piel
- Inflamación
- Palpitaciones
- Hinchazón
- Sequedad vaginal aguda
- Dispareunia
¿Sabías que la sintomatología de esta afección vaginal cambia mucho de una paciente a otra? Ciertamente, las molestias que acarrea no siguen un patrón fijo, pudiendo variar en su ubicación (localizado/ generalizado), detonante (con o sin contacto) o duración (permanente/ discontinuo). Incluso podemos hablar de vulvodinia originaria o sobrevenida.
Habitualmente, la intensidad de las molestias asociadas con este problema fluctúa a lo largo del tiempo. Así, entre los factores que suelen aumentar el dolor están la menstruación, el estrés y el clima.
Más allá del malestar físico, salta a la vista que el carácter limitante de este trastorno conlleva un evidente daño emocional. Ello puede cristalizar fácilmente en problemas de salud mental como la depresión, el insomnio o la ansiedad.
¿Qué Provoca esta Enfermedad?
A día de hoy, todavía se ignora qué causa la vulvodinia. Semejante desconocimiento llevó a que, durante mucho tiempo, se la considerase como una enfermedad psicosomática causada por estrés y ansiedad.
Si bien no se trata de causas propiamente dichas, lo cierto es que sí se han podido identificar varios factores que aumentan las probabilidades de sufrir dolor vulvar. Entre ellos cabe destacar los siguientes:
- Alergias
- Cambios hormonales
- Tener un tipo de piel reactiva.
- Infecciones vaginales previas.
- Lesiones o irritación de los nervios vulvares.
- Presencia de fibras nerviosas adicionales en la vulva.
- Debilidad o espasmos musculares en el suelo pélvico.
¿Cómo se Trata la Vulvodinia?
El desconocimiento de las causas específicas que provocan este problema ginecológico implica que no haya un remedio capaz de curarlo definitivamente. Sin embargo, esto no significa que debas resignarte a sufrir dolor vulvar, ya que la Medicina Estética provee tratamientos efectivos para aliviar sus síntomas.
Del mismo modo que pasa con el vaginismo, está demostrado que la medicina regenerativa ofrece buenos resultados a la hora de aliviar las molestias vulvares. La mejora que ello produce en el bienestar mental y en la vida diaria de la paciente queda fuera de toda duda.
Entre los tratamientos regenerativos no quirúrgicos que resultan más eficaces para combatir los síntomas de la vulvodinia podemos destacar:
- Radiofrecuencia: el aumento controlado de la temperatura subdérmica mediante ondas electromagnéticas permite aliviar el dolor vulvar.
- PRP: Este tratamiento implica la extracción de una pequeña cantidad de sangre del paciente, que se procesa para concentrar las plaquetas (se centrifuga para separar el plasma rico en plaquetas del resto de componentes de la sangre). Luego, se inyecta esta solución rica en factores de crecimiento en la zona afectada, estimulando la regeneración de los tejidos y reduciendo el dolor vulvar.
- Infiltraciones de Ácido Hialurónico: Este método consiste en la inyección de ácido hialurónico, una sustancia que se encuentra de forma natural en el cuerpo, para mejorar la hidratación y elasticidad de los tejidos vulvares y reducir la inflamación (se ha visto que el Ácido Hialurónico tiene efectos antiinflamatorios).
Al ser tratamientos no invasivos, la paciente puede someterse a ellos sin interrumpir su día a día. Eso sí, a pesar de ser totalmente seguros, es posible sentir molestias durante la exploración debido a la hipersensibilidad propia de este trastorno.
En definitiva, lo primero que debes hacer a la hora de poner remedio a la vulvodinia es dejar tus miedos atrás. A fin de cuentas, este trastorno encuentra remedios eficaces en los tratamientos de Medicina Estética regenerativa. Contáctanos para que podamos asesorarte personalmente.